Desmontando el estereotipo de arrogancia policial
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Percepción ciudadana de los Policías
En primer lugar, me gustaría destacar la diferencia de lo que pueda percibirse de arrogancia por parte de los agentes de policía de las posibles faltas de respeto que puedan tener unos pocos agentes cuando interactúan con los ciudadanos, bajo mi punto de vista, una conducta injustificable y poco habitual.
Lo que si es posible justificar, desde un punto de vista comunicativo, es la imagen aparentemente arrogante que pueden transmitir en contextos puntuales algunos agentes de policía.
Las personas solemos sacar una primera impresión de lo que tenemos a nuestro alrededor en un tiempo extremadamente corto, alrededor de 4 segundos. Frecuentemente, esta primera impresión, puede interpretarse de forma errónea por falta de información.
Determinados gestos y movimientos que podemos observar en los agentes de policía, pueden interpretarse como arrogantes o poco amigables. La mayoría de veces los ciudadanos, de forma inconsciente, pueden interpretar esta actitud como una conducta inapropiada o poco amigable de los agentes. Esta primera impresión llega a interpretarse de esta forma por que unos y otros, viven realidades diferentes, si tenemos en cuenta el rol que asumen los agentes dentro de la sociedad. Estos gestos, interpretados como poco apropiados por algunos ciudadanos, no son más que respuestas inconscientes de mecanismos de defensa a modo de autoprotección.
Un policía, suele controlar su entorno de una forma diferente a la de cualquier otro ciudadano, suele mantener una actitud de vigilancia generalmente activa y no nos podemos olvidar que, inconsciente han de velar por su seguridad y la de las personas de su alrededor. Estos gestos inconscientes forman parte del trabajo policial, trabajo que conlleva un riesgo extra de ser agredido sin motivo aparente por personas que inicialmente puedan pasar desapercibidas a cualquiera. Este mecanismo de defensa se activa de forma inconsciente en cualquier ser humano que encuentre en peligro y claro está, en una misma situación, la percepción de peligro puede ser muy diferente para un ciudadano de a pie que para un policía. Esta incongruencia semántica provoca emociones negativas en los ciudadanos que desconocen esta información.
Sobre todo, no hay que olvidar que los agentes de policía son seres humanos como cualquier otro ciudadano y reaccionan emocionalmente igual. Un policía suele desempeñar parte de su actividad laboral en un entorno relacionado con la hostilidad. Pueden estar trabajando con absoluta calma y en cuestión de segundos encontrarse ante una situación de riesgo para su integridad física o la de terceras personas.
«Protegiéndome yo también te protejo a ti»
Con la información que facilito en este artículo, tengo la esperanza, que las personas que lo lean consigan interpretar de forma adecuada esta forma tan particular de la comunicación gestual de los policías y comprender que lo que se interpreta como arrogancia, un día les pueda salvar la vida o la de algún ser querido.
Para ilustrar el artículo, he creído oportuno, adjuntar una noticia del diario La Razón que hace referencia a una reciente intervención policial relacionada con este artículo.
Juan González Moreno
www.institutogoas.com
LA NOTICIA
16 de septiembre de 2011. 00:00hEp, Madrid.
Uno de los agentes, una joven en prácticas de 22 años adscrita a la unidad de Seguridad Ciudadana, fue agredida por un ciudadano cuando procedió a pedirle identificación. Fue apuñalada en la cabeza, el hombro izquierdo y la escápula derecha, por lo que ha sido trasladado por el Samur en estado grave al hospital Gregorio Marañón.
El atacante, un nigeriano de religión islámica con antecedentes penales por resistencia a la autoridad, logró quitarle la pistola a la agente, y hasta el lugar se desplazó un coche patrulla con otros dos policías, momento en el que se produjo un tiroteo. Las balas alcanzaron a los dos agentes, pero gracias al chaleco antibalas lograron salvar su vida.
En la refriega, el agresor también atacó con un machete a los policías. Al lugar de los hechos se han acercado sanitarios del Samur-Protección Civil, que han atendido a tres agentes. Se trata de un hombre de 22 años, que presentaba una herida por arma blanca en el hombro izquierdo, en la escápula derecha y en la cabeza y ha sido trasladado en estado grave al hospital Gregorio Marañón.
También ha necesitado asistencia otro policía, que tenía una contusión en el pecho, una herida en la cabeza y otra herida incisa en el hemitórax derecho, por lo que ha sido trasladado el Hospital 12 de Octubre, donde permanece con pronóstico reservado.
Los sanitarios del Samur también atendieron a un tercer agente, varón de 29 años de edad, con una herida en la cabeza. Ha sido dirigido en una ambulancia al Hospital de la Paz, donde se encuentra ingresado también en pronóstico reservado.
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