Grabar con el teléfono a un policía le genera un impacto emocional intenso

Grabar con el teléfono a un policía le genera un impacto emocional intenso

Desde hace aproximadamente una década los teléfonos móviles, concretamente los denominados Smartphone forman parte de nuestro día a día, convirtiéndose en una extensión más de los recursos personales de millones de ciudadanos.

La cuestionable praxis de algunos policías durante la dictadura Española y los inicios de la etapa preconstitucional situaba a los agentes de las distintas policías españolas en una posición de superioridad jurídica ante el desamparo de algunos ciudadanos.

En la actualidad los cambios legislativos y la aparición de mecanismos de última generación permiten a los ciudadanos utilizar dispositivos de captación audiovisual con los que grabar a los funcionarios de policía en el ejercicio de sus funciones, evidentemente con las excepciones pertinentes que contempla la ley.

El amparo legal que en la actualidad permite a un ciudadano grabar las intervenciones de la policía permite a un ciudadano acreditar ante la vía judicial cualquier mala praxis de los policías.

Pero…

Teniendo en cuenta la evolución de la sociedad y de las nuevas generaciones de policía. ¿Es coherente grabar a un policía sin que exista irregularidad en su conducta durante el ejercicio de sus funciones?.

¿Imaginan a un médico siendo grabado por los familiares de su paciente durante una intervención quirúrgica?

Para el correcto desarrollo de los recursos cognitivos de cualquier persona es imprescindible que esta persona desempeñe su función en un entorno lo más calmado posible. De no ser así las limitaciones cognitivas y funcionales aparecerán de forma inmediata perturbando gravemente el raciocinio consciente del profesional y en consecuencia su conducta.

¿Pero para eso eres policía, un policía tiene que saber controlar eso?

Pues no, para eso no se es policía. Un policía tiene como función primordial cuidar de las personas. Para hacerlo tiene que estar en óptimas condiciones físicas y psicológicas.

Según la [Dra. Kerstin Uvas- Moberg, 2018] el contacto visual es una prolongación de nuestro cuerpo ante el de nuestro interlocutor, una invasión de nuestro espacio interpersonal que segrega una serie de químicos en nuestro cerebro y que desencadenan reacciones fisiológicas adaptativas.

En este caso la cámara del Smartphone también forma parte de ese contacto visual, a veces no solo invadiendo el espacio interpersonal desde la distancia, sino que también agravando la percepción de peligro del policía con la aproximación del dispositivo hasta llegar a invadir la distancia física de seguridad personal de los agentes.

Extrapolando este ejemplo a la función de un cirujano mientras opera a un paciente. ¿Permitirías que otras personas perturbaran su tranquilidad?.

Los médicos, profesores, mecánicos y como no los policías, somos profesionales, pero también son seres humanos. Los policías también tienen miedo, también sienten dolor y no, no es conveniente que se les perturbe si no hay una causa justificada, por qué son humanos y te aseguro que la profesión no conlleva adaptarse a un trato injusto y peligroso.

Es perfectamente justo grabar la comisión de cualquier mala praxis, denunciarla, a demás yo me sumo a la opinión de pedir un castigo ejemplar, pero… “Protejamos a quién nos protege”. El todo vale un día puede acarrar malas consecuencias para unos y para otros.

Autor: Juan González Moreno

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